“Yo le imagino” és possiblement la cançó més excèntrica de tot el “Taquicardia”, el que ja és dir molt. Somni onanista d’una “desperate housewife” de Mirasierra o d’El Pilar, el costat més fosc de l’afable programa televisiu “Con las manos en la masa”. Exquisit arranjament de piano i instruments de fustes, amb amplis desplegaments orquestrals i algun exabrupte inesperat. Canvis de registre a tots els nivells. Vainica pura.
Yo le imagino
llegando a nuestra casa
saluda al buen vecino
que cuida el jardín
y de un salto felino
el seto traspasa
y en plan clandestino
me busca, me asusta
me abraza por fin.
Pierde el resuello
ante su amor salvaje
me cuelgo de su cuello
y mil besos de miel
me abrasan y subyugan
sus manos arrugan mi traje de casa
las mías dejan huellas de grasa
en su piel
Se me olvidó hacer el pastel
me ocurre cada vez
siempre que vuelve a casa
me ha de sorprender
las manos en la masa
del maldito pastel
de hojaldre y de pasas
que nunca sale bien.
Llegando hasta aquí
no puedo ya más que reir
ante esta situación
renuncio a proseguir
con mi elucubración
nos veo a él y a mi
en un anuncio de televisión.
Y le presumo
sentado en su butaca
entre espirales de humo
se ha despojado ya
de su traje de alpaca
y luce agresivo
batín de yudoka
sonrisa Profidén en la boca
Los pies…
de ejecutivo revisten calcetín.
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