dilluns, 9 de febrer del 2009

Una petita protesta


Foto de Leni Riefenstahl
Llegeixo en un bloc gai i desinformat:

"Uno de los grandes pros de tener un amante bajito, es que es más manejable en la cama, aunque sea en ocasiones, también, más escurridizo y nervioso, como una lagartija. Sin embargo, sobre todo si tu rol es activo, un bajito es práctico como una mochila, agradecido y ‘agradecible’ como una mascota, entrañable como un muñequito de felpa, o se me antoja así a mí.

El amante perfecto no existe, y el ideal de belleza acaba siendo variable según nos pille el ánimo, o la edad o caminando un día por la calle, que nos viene de frente un despistao preguntándonos por no sé qué, y se nos emboba la boca ante semejante inesperada epifanía erótica. Así que, aunque te gusten rubios, altos y cachas, de repente, por qué no, un moreno de 1’75, delgado con culazo y labios chistorrudos pasa a ser cabeza de cartel de tus fantasías."

Em pregunto, des de quan un watusi de 1'75 és un "amante bajito"? Els estàndards ja no són el que eren.

1 comentari:

  1. Com ha vcanviat el "sentit" de la perspectiva en aquest país (deu ser això que diuen de què les últimes generacions estan ben alimentades¡)

    ResponElimina