Foto de Leni Riefenstahl
Llegeixo en un bloc gai i desinformat:
"Uno de los grandes pros de tener un amante bajito, es que es más manejable en la cama, aunque sea en ocasiones, también, más escurridizo y nervioso, como una lagartija. Sin embargo, sobre todo si tu rol es activo, un bajito es práctico como una mochila, agradecido y ‘agradecible’ como una mascota, entrañable como un muñequito de felpa, o se me antoja así a mí.
El amante perfecto no existe, y el ideal de belleza acaba siendo variable según nos pille el ánimo, o la edad o caminando un día por la calle, que nos viene de frente un despistao preguntándonos por no sé qué, y se nos emboba la boca ante semejante inesperada epifanía erótica. Así que, aunque te gusten rubios, altos y cachas, de repente, por qué no, un moreno de 1’75, delgado con culazo y labios chistorrudos pasa a ser cabeza de cartel de tus fantasías."
Em pregunto, des de quan un watusi de 1'75 és un "amante bajito"? Els estàndards ja no són el que eren.
Com ha vcanviat el "sentit" de la perspectiva en aquest país (deu ser això que diuen de què les últimes generacions estan ben alimentades¡)
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